Que Nada se Te Escape Cuando Se Trata de Una Buena Salud

El dicho dice que somos lo que comemos, pero también somos quienes somos. Controlar nuestro comportamiento—dieta, ejercicio y hábitos diarios—puede protegernos del riesgo de tener una enfermedad cardíaca. También se incluyen aquí otros factores de riesgo para desarrollar problemas cardiacos, como la edad y la historia familiar. Acá vamos a profundizar en los factores de riesgo y de prevención para las enfermedades cardiacas comunes y vamos a hablar más acerca del colesterol. Use esta información para aprender qué hacer para vivir y sentirse bien.

Factores de Riesgo para la Enfermedad de las Arterias Coronarias (EAC [CHD en inglés])

Existen varios factores que aumentan el riesgo de enfermedad coronaria—también llamada enfermedad arterial coronaria—y de infarto. Los principales factores de riesgo son aquellos que aumentan de forma significativa el riesgo de enfermedad que afecte el corazón y los vasos sanguíneos (cardiovascular). Algunos de estos pueden tratarse y controlarse. La inflamación es un nuevo factor de riesgo.

Aunque nuestro control sobre los factores de riesgo varía, mientras más factores de riesgo tengamos, más posibilidades tendremos de desarrollar EC (CHD en inglés). Por otro lado, un mayor nivel de cada riesgo agrava el riesgo general. Por ejemplo, si usted tiene presión arterial alta y también colesterol alto, el riesgo de que usted desarrolle EC (CHD en inglés) aumenta.

Factores de Riesgo Que No Se Pueden Cambiar

Como sabemos, hay algunos factores de riesgo de EC (CHD en inglés) que no podemos controlar, como la historia familiar. Debido a que algunos factores no se pueden cambiar, es importar tratar y controlar aquellos que si podemos cambiar. A continuación presentamos algunos de los factores de riesgo que pueden predisponernos a la enfermedad cardiaca:

  • Edad – Podemos intentar todo lo que queramos, pero no podemos evitar el proceso de envejecimiento. A medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca aumenta. El riesgo en los hombres aumenta después de los 45 años. El riesgo en las mujeres aumenta después de los 55 años.
  • Género masculino – Los hombres tienen mayor riesgo de infarto que las mujeres y tienden a presentar infartos a una edad temprana.
  • Historial familiar (herencia) – Los hijos de padres que tienen enfermedad cardiaca son más propensos a desarrollar esta enfermedad. La mayoría de personas con una fuerte historia familiar de enfermedad cardiaca tienen uno o más factores de riesgo.
  • Resistencia a la insulina – La insulina es una hormona que ayuda a que el azúcar de la sangre entre a las células. Si su cuerpo no puede usar su propia insulina, usted tiene resistencia a la insulina, lo cual puede llevar a diabetes.
  • Diabetes tipo 1 – Este tipo de diabetes tiende a aparecer durante la infancia. (La diabetes tipo 2, el inicio de la cual se puede prevenir, se discute más adelante.) La diabetes aumenta seriamente el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. Aun cuando los niveles de glucosa (azúcar en la sangre) están bajo control, la diabetes aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y derrame cerebral, pero los riesgos son aún mayores si la glucosa no está bien controlada. Si usted tiene diabetes, es muy importante que trabaje con su equipo de cuidado médico para manejarla y controlar todos los factores de riesgo que pueda.

Factores de Riesgo Que Pueden Cambiarse

Ahora veamos las cosas que podemos hacer—o dejar de hacer—para evitar la enfermedad cardiaca:

  • Uso de tabaco – El riesgo que tienen los fumadores de desarrollar enfermedad coronaria es dos o tres veces mayor que el de los no fumadores. Las personas con enfermedad cardiaca que fuman cigarrillos tiene el doble de probabilidad de morir súbitamente que los no fumadores. Fumar cigarrillo también actúa junto con otros factores de riesgo para aumentar aún más el riesgo de enfermedad arterial coronaria. Para los fumadores pasivos, el riesgo de enfermedad cardiaca también aumenta. El tabaco sin humo también aumenta el riesgo. Con la ayuda de su médico, busque programas para dejar de fumar; una vez deje de fumar, solo se requieren dos años para que su riesgo de infarto se normalice.
  • Niveles altos de colesterol en sangre – A medida que aumenta el colesterol “malo”—LDL (lipoproteína de baja densidad)—también aumenta el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La mayoría de expertos de la salud están de acuerdo en que los individuos con un nivel de colesterol total mayor a 200 mg/dl tienen mayor riesgo. Cuando se combina con otros factores de riesgo (e.g., presión arterial alta y humo del tabaco), el riesgo es aún mayor. La edad, el género, los factores hereditarios, y la dieta también afectan nuestros niveles de colesterol. (Ver página 14 para saber más acerca del colesterol.)
  • Presión arterial alta (hipertensión) – La presión arterial alta aumenta la carga de trabajo del corazón, lo que causa endurecimiento y engrosamiento del corazón. También aumenta su riesgo de presentar un derrame cerebral, un infarto, insuficiencia renal, e insuficiencia cardiaca. Cuando la presión arterial alta se combina con obesidad, el hábito de fumar, los niveles altos de colesterol, o la diabetes, el riesgo de infarto o derrame cerebral aumenta.
  • Inactividad física – Un estilo de vida inactivo es un factor de riesgo para desarrollar enfermedad arterial coronaria. Realizar actividad física moderada a vigorosa de forma regular ayudar a prevenir la enfermedad cardiovascular. Entre más actividad física pueda realizar de forma segura, mayores serán los beneficios. Sin embargo, aún las actividades de intensidad moderada, como caminar en el centro comercial o en el vecindario, ayudan si se hacen regularmente y en el largo plazo. El ejercicio puede ayudar a controlar el colesterol en sangre, la diabetes, y la obesidad, e incluso puede reducir la presión sanguínea en algunas personas.
  • Peso y obesidad – Las personas que tienen excesos de grasa corporal – en especial si la mayor parte de ésta se localiza en la cintura—son más propensos a desarrollar una enfermedad cardiaca y un derrame cerebral incluso cuando no presentan otros factores de riesgo. El exceso de peso aumenta el esfuerzo que realiza el corazón; de igual forma eleva la presión arterial y los niveles de colesterol y de triglicéridos en la sangre, y baja los niveles del colesterol “bueno” HDL (lipoproteína de alta densidad). También lo puede hacer más propenso a desarrollar diabetes. Para muchas personas obesas y con sobrepeso puede ser difícil perder peso, pero incluso al perder tan solo 10 libras, usted puede reducir su riesgo de enfermedad cardiaca.
  • Diabetes tipo 2 – Antiguamente llamada diabetes de inicio en la adultez, la diabetes tipo 2 puede prevenirse a través de una pérdida de peso moderada y el ejercicio en los adultos que tienen un alto riesgo de desarrollar la enfermedad.

Factores que Contribuyen al Desarrollo de EC (CHD en inglés)

El consenso de la comunidad médica es que estos factores contribuyen a desarrollar enfermedad cardiaca:

  • Estrés – La respuesta individual al estrés puede ser un factor contribuyente. Algunos científicos han observado una asociación entre el riesgo de enfermedad arterial coronaria y estrés en la vida de una persona. Las personas bajo estrés pueden comer de más, empezar a fumar, o fumar más de lo que fumarían de no estar estresados.
  • Consumo excesivo de alcohol – Beber demasiado alcohol puede elevar la presión arterial, causar insuficiencia cardiaca, y producir un infarto.